Universidades: La Resistencia.

Me llegó la noticia temprano. La Facultad de Ciencias Económicas de la Ciudad de Buenos Aires, estaba cortando Av. Córdoba para dictar clases públicas a modo de protesta. Por primera vez en la historia universitaria. Los chicos de económicas.

El horrendo despliegue de camiones policiales llegó al instante.

Estamos al borde de la guerra civil, pensé, y salí para allá. En el camino iba pensando: Ya estamos en una guerra civil. Sólo que las guerras no son como antes. Ahora es individuo contra individuo, de manera inesperada, en cualquier lugar.

Los medios hegemónicos, con sus discursos del resentimiento y de la ignorancia y los favores del momento, estuvieron años fogoneando esto. Cada día, cada tarde, para la gente que sólo mira tv, que lamentablemente, sigue siendo la mayoría, al menos en tema noticias. Prefieren escuchar y repetir un slogan: “Se robaron todo. Se robaron un PBI.” La mayoría de esta gente no sabía ni el significado de PBI. Pero repiten. “Chorra, condenada, presa tiene que ir.” Y ni saben bien por qué.

Les enseñaron a creer que cualquier insatisfacción de sus vidas (incluso de sus vidas personales) era culpa del peronismo. Para toda esa gente insatisfecha, crearon slogan fáciles de aprender y de repetir sin pensar, sin leer, sin dudar, y sobre todo, sin pensamiento crítico.

El Estado, nos explica Hobbes, es un animal artificial al que llama “Leviatán.” Para evitar que en situación de naturaleza total, el hombre sea el lobo del hombre.

Ese Estado, como nos explica Platón en La República,  debería ser gobernado por filósofos, letrados,  personas que se dedicaron a pensar en el bien común desde la virtud, y aún así también, controlados por el pueblo que los elige, porque no dejan de ser hombres que sin regla alguna, en situación de libertad total, se terminarían convirtiendo también en el lobo de otros hombres.

Pero había que “terminar con el peronismo.” Y para eso había que votar “cualquier cosa.” Incluso a un loco malo y peligroso que decía que venía a “Destruir al Estado desde adentro como un topo.”

No importaba nada. Si era un enfermo mental, un desquiciado, si era un loco malo y peligroso. Si sus vidas personales incluso podían estar peor que antes. Nada. Su frase de cabecera era: “Con tal de que no vuelva el peronismo, cualquier cosa.”

Hoy esa gente que votó “cualquier cosa”, también la está pasando mal. Algunos, un poquito mal, otros muy pero muy mal. Y claro, en el medio quedamos los que no lo podíamos creer y también tenemos que soportar las consecuencias.

Pero como los jóvenes de alma, elegimos siempre tener esperanzas, nos despertamos.

El loco malo y peligroso despertó a un gigante dormido:

El movimiento estudiantil.

Brindemos por eso.

Ojalá no se retracte ahora -no podemos caer en ese vil engaño- y vaya por más. El loco malo y peligroso decía en campaña: “Que estalle todo.”

Bueno, pues, que estalle. Porque los argentinos, como la mayoría de los humanos contradictorios, a veces, no valoramos lo que tenemos, hasta que sentimos que lo perdemos.

Mientras filmaba, empezaron a repartir velas blancas. Un chico guapo niño bien de Económicas me compartió el fuego de su velita. Segundos más tarde, todos comenzaron a cantar. Me emocioné y me puse a saltar. Desubicada. No era para saltar, era sólo para cantar y levantar la manito. Pero me pudo la emoción de los chicos más civilizados de la UBA, hasta el momento, unidos a la lucha, junto a todas las universidades del país.

Me fui y dejé ahí al chico guapo niño bien de Económicas, porque yo ya tengo a mi chico guapo niño bien de Económicas, que se recibió hace algunos años de esta maravillosa unversidad y hoy es un empresario argentino de cuentos de hadas, que también está harto de todo.

Nadie la está pasando del todo bien este año en Argentina, sobre todo si sos bueno, empático y sensible, como mi Rey Bueno.

Ahora eso sí, es muy celoso -y me encanta.

Así que mejor no lo hagas enojar, porque se pudre el rancho. ;)