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QUE SE VAYAN TODOS.

  • Foto del escritor: laportenarevista
    laportenarevista
  • 11 oct 2020
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 7 nov 2023

Por Walter Moore


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Siempre hay gente que se quiere ir. Hay gente que se quiere ir del campo a la ciudad, gente que se quiere ir de la ciudad al campo, gente que se quiere ir de su pueblo, gente que se quiere ir a vivir a un pueblo.

Hay gente que se quiere ir del trabajo, gente que se quiere ir de vacaciones, gente que se quiere ir de parranda y gente que se quiere ir a la mierda.

Y hay gente que se quiere ir del país.

Claro que no está mal querer irse, cualquiera sea la razón que los motive.

Irse en busca una vida mejor, del paraíso perdido, es casi bíblico… al fin y al cabo no somos hobbits: aunque la cuarentena nos haya obligado a quedarnos en casa más que de costumbre, estamos desesperados por salir en busca de aventuras.

Lo que me interesa particularmente es descubrir cuál es la verdadera razón por la cual algunos argentinos hablan de irse del paísy algunos otros -pocos- lo concretan.

Seguramente el atractivo no sean las rebajas impositivas ni las flexibles leyes urugayas que permiten tirar chanchos desde helicópteros, ni las suculentas ofertas de trabajo canadienses; ni siquiera la tentadora idea de lavar copas en Barcelona.

Lo que está sucediendo en nuestro país es que unos cuantos ricachones y millonarios obstinados en contribuir al malestar general provocado por la pandemia, se dedican a parlotear sobre la imposibilidad de vivir en Argentina, intentando imponer un estado de ánimo, una desesperanza masiva, la sensación de que en este país no hay oportunidades de progresar, con el único objetivo de desestabilizar a un gobierno que no responde a sus intereses mezquinos.

Estos parásitos de la sociedad, que se van y vuelven cuando quieren en vuelos privados, que tienen propiedades y su dinero en el exterior, que se enriquecieron en este país amparados por el estado, explotando recursos humanos y naturales -muchas veces ilícitamente- encuentran un ciertos medios el espacio que necesitan para decir “hay que irse, en este país no se puede vivir”, mientras periodistas y conductores sentencian “hay que irse, en este país no se puede vivir” y gente que no tiene la más mínima posibilidad de irse repite como loro el mantra “hay que irse, en este país no se puede vivir”.

Recorrer los medios leyendo sobre el “éxodo” de argentinos es una tarea divertida -y desoladora- donde las opiniones de supuestos entrevistados se mezclan con mentiras lisas y llanas:

“El desconsuelo de una clase media desilusionada”

“Éxodo: la generación que quiere migrar porque no se imagina un futuro en el país”

“Historias de argentinos y argentinas jóvenes que eligen irse del pais”

“Miles de argentinos se mudan a uruguay”

“Cien argentinos por semana inician trámites para residencia en Uruguay”

“¿Por qué Uruguay se está llenando de argentinos?”

“Exodo: ¿por que 25000 argentinos se fueron a uruguay en pandemia?”

“Los más de 20 argentinos consultados para esta nota...”

“Especialista aseguran que se está viviendo la fase inicial del éxodo”

Siempre hay gente que se quiere ir.

Mi fantasía es que se vayan todos. Todos esos millonarios y periodistas que dicen que hay que irse deberían hacerlo. Que se vayan a otros lugares donde les permitan hacer lo que ellos quieren, en vez de quedarse acá destruyendo los cimientos de un país más justo.

Quizás si se fueran, podríamos vivir en un país donde la agresión no sea el modo de relacionarse con los demás, donde la especulación financiera no sea la forma de enriquecerse, un país donde podamos vivir dignamente y en paz.


 
 
 

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Sergio Levin

 

Comunicación:

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