MALEDUCADO
- laportenarevista

- 4 oct 2020
- 2 Min. de lectura
Por Sergio Levin

Soy maleducado…
En realidad no porque digo malas palabras y no respeto a los mayores, sino
porque la educación formal fracasó conmigo. No recuerdo nada de toda mi
formación en escuelas, colegios y universidades.
Soy autodidacta, siempre fui muy observador de cómo funcionaban las cosas y
mi leitmotiv siempre fue: “…si otro ser humano lo pudo hacer, yo también…”
Hice terapia de joven y mi analista me decía que yo quería inventar la rueda,
pero ya estaba inventada. Sin embargo, ese motor interno me llevó a desarrollar
un estilo fotográfico único que me valió el Gran premio de honor en el Salón
Nacional de 1975.
Tuve que luchar contra muchas adversidades entre ellas, mi padre, que no
quería que yo siguiera la escuela técnica porque pensaba que iba a convertirmr
en un “service” de radios y me presionó para que estudiara psicología. Nunca
me gustó. Después de tres años de concurrir y no entender nada, abandoné,
cosa que a mi padre le disgustó muchísimo y por lo cual nos distanciamos un
tiempo… a pesar de vivir en la misma casa. Hasta que llegó el Gran Premio y se
dio cuenta de mis valores artísticos, tarea que desarrollé a los largo de mi vida y
generó la reconciliación con mi padre, que fue un gran compañero a partir de
ese momento.
Otro hecho significativo en mi educación fue durante una estadía en Estados
Unidos, donde recién comenzaba la computación y yo estudiaba los manuales
de punta a punta. Había un programa que se llamaba Director, que era para
programación interactiva y animaciones, del que me hice experto.
Al tiempo empecé a trabajar en una empresa de telecomunicaciones aplicando
estos conocimientos; estaban desarrollando lo que hoy es conocido como
Internet. Así conocí a muchos norteamericanos que, para mi sorpresa, habían
pasado cuatro años en la universidad pagando cerca de 20,000 dólares anuales
para aprender lo que yo había aprendido en dos semanas leyendo el manual.
Terminé dando clases y siendo uno de los principales programadores de
Director.
En conclusión, hoy a los 66 años me doy cuenta que “…Serás lo que debas ser
o sino no serás nada, la vida está en tus manos, no dejes que te digan lo que
tenés que hacer…” Sigo con mi educación autodidacta dando rienda suelta a mi
voraz curiosidad y aprendiendo algo nuevo todos los dias.



Comentarios